El Internet es una mar de datos, servicios, usuarios, empresas, y entretenimiento. Muchos se habla que la red es anárquica, que todo puede pasar, pero la realidad es que no todo es verdad, y tampoco mentira.
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Existen zonas como la Deep Web que pueden llegar a considerarse como zonas sin control (aunque al final existe una forma de autorregulación), y esta el Internet que todos conocemos, al que accedemos con nuestro navegador, en él existe la mayor cantidad de leyes y estructuras de control que mayormente son regidos por tratados internacionales, y respectivamente por legislaciones locales, de tal forma que lo que no es permitido en ciertas países, puede ser perfectamente normal y legal en otro.
En este punto podemos encontrar las legislaciones que favorecen las operaciones comerciales, los derechos de autor, y hasta los juegos de azar, en línea y las apuestas.
De esto último haremos un rápido análisis el día de hoy. Hace un par de semanas tuvimos la oportunidad de entrevistar en nuestro podcast a Marco Chávez, Country Manager de apuesta.mx, un sitio especializado en el tema, que trabaja en conjunto con los principales sitios de interés de apuestas nacionales, ofreciendo una plataforma con guías, los resultados de ligas y torneos tanto nacionales como internacionales, además de enlaces a casinos virtuales gratuitos y de paga (como los vistos en las Vegas, pero desde la pantalla de nuestra PC).
Como resultado de esta charla se esclarecieron muchas inquietudes y se despertaron otras, particularmente las relacionadas al marco legal, la seguridad, y la forma que se regulan estas operaciones, y aunque cabe aclarar que todas las acciones de este tipo de servicios no infringen las leyes mexicanas, decidimos investigar un poco más sobre la base jurídica de operación, y algunas de las medidas de seguridad que debemos seguir cuando se realizan transacciones comerciales en Internet.
En primer lugar, todas las casas de apuestas, sean físicas o virtuales, necesitan una autorización por parte de la Secretaría de Gobernación de México (SEGOB), particularmente de la Dirección de Juegos y Sorteos, esto con la finalidad de garantizar que se opera sin fraudes. Si a su mente vienen las innumerables ocasiones que los concursos transmitidos por TV o Radio escucharon la llamada Permiso gobernación 172737 etc., etc. a una velocidad casi imposible de leer o que recordaban a Alvin y Las Ardillas; o las veces que Chabelo presentaba antes de los concursos al interventor correspondiente, estas en lo correcto.
Para el caso de los sitios que trabajan con apuestas por Internet, su modularidad de negocio se encaja en lo que propia Secretaria define como centros de apuestas remotas, consistente en establecimientos autorizados por la SEGOB para captar y operar cruces de apuestas en eventos, competencias deportivas y juegos permitidos por la Ley, que sean realizados en el extranjero o en territorio nacional, transmitidos en tiempo real y de forma simultánea en video y audio, así como para la práctica del sorteo de números.
Pero eso no es todo. También intervienen otros organismos gubernamentales en el proceso, entre ellos la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por el tema de los impuestos, amparado ante la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (LIEPS), artículos 2, fracción II, inciso B) y 20, que en resumen, corresponde al 30% del valor del premio y la obligatoriedad de tener un sistema central de apuestas en el que se registren y totalicen las transacciones efectuadas con motivo de los juegos con apuestas y sorteos que realicen.
Esto último hace necesaria la intervención de la Secretaría de Economía, ¿Por qué razón?, porque es la entidad de gobierno encargada de establecer normas, si en algún momento se realizan juegos mediante dispositivos electrónicos en el territorio nacional, estos deben seguir las normativa NMX-I-287-NYCE-2014, y entre sus diversas disposiciones, debemos poner atención al inciso c), que indica que los juegos disponibles vía internet son justos, seguros y susceptibles de ser auditados y operados correctamente.
Y aún hay más… y esto aplica a prácticamente a todos los sitios que manejan datos personales. Al igual que una tienda virtual, los sitios de juegos y apuestas deben cumplir con los lineamientos contemplados en la Ley Federal de Protección de Datos Personales (LFPDPPP), en virtud de que ellos almacenan datos que afectan la privacidad del usuario, como son su dirección y cuentas bancarias o de tarjeta de crédito.
Existe toda una serie de terminologías y homologaciones que complementan lo antes descrito, pero para fines prácticos las hemos omitido, esto se debe al hecho de que nuestro objetivo fue comprobar que realizar juegos y apuestas en territorio nacional mexicano es completamente legal y se cuenta con diversos organismos, leyes, reglamentos y normas que lo sustentan (¡y cómo!).
Para finalizar, gustaría de compartir al lector de estas líneas una serie de consejos adicionales que son aplicables no sólo a los interesados en divertirse con juegos de apuestas en línea, sino para todas las operaciones que impliquen transacciones por Internet.
De preferencia vincula un servicio de pago a tu tarjeta de crédito, o solicita una tarjeta especialmente diseñada para realizar operaciones en Internet. Servicios de pago como PayPal (uno de los métodos más conocidos), SafetyPay o PayU, ofrecen altos niveles de seguridad, tanto por la parte técnica, como por el uso de sistemas de protección contra fraude.
Si optas por usar tu tarjeta de crédito convencional, designa una tarjeta exclusivamente para las compras en línea, con ello, en caso de ocurrir una eventualidad, se facilita el rastreo de operaciones no habituales.
Activa las alertas por SMS o correo electrónico. Este servicio que actualmente ofrecen todos los bancos puede ser tu salvación al detectar de forma inmediata cargos no reconocidos o sospechosos.
El lápiz y el papel no han muerto. Puede ser algo absurdo que en la era que todo lo mandamos por Whatsapp o utilizamos la innumerables aplicaciones de control financiero para nuestro Smartphone, pero aunque no lo creas, llevar un registro en una cuaderno y anotar todas tus compras y transacciones puede llegar a ser la diferencia entre llegar al final del mes con un extra o tener que pedirle al vecino para los pasajes.
Revisa constantemente el estado de tu tarjeta de crédito, si puedes acceder desde Internet antes de que te llegue el estado de cuenta en papel mejor. Siempre verifica que todas tus transacciones concuerden y a la menor duda contacta a tu banco.
No realices operaciones de comercio electrónico o transacciones en redes públicas. El acceso a Internet de manera gratuita puede ser un gran atractivo, pero no sabes si en ellas se ofrecen las medidas adecuadas de seguridad.
Navega solo en sitios reconocidos y que trabajen con el protocolo de seguridad https. Los sitios de entreteniendo como los que ofrecen apuestas, casinos, y ventas de artículos, son los más imitados por parte los criminales de Internet. Antes de decir entrar a uno de ellos, navega un poco por sus opciones, ve si ofrecen herramientas de contacto, seguridad y si protegen tu privacidad.
Por último, mantente actualizado. Las fallas de seguridad son una constante en el mundo de los navegadores y de los sistemas operativos, y los hackers aprovechan cualquier oportunidad para poder robar tus datos. Estar con el navegador y el sistemas al día no impide las fallas, pero si reduce el riesgo.