Los jardines son una forma comprobada de dar alegría y color a nuestras casas, ¿Pero se han puesto a pensar si estos llegan a mejorar el humor y la salud?.
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©Taller Estilo Arquitectura/homify.com.mx
La respuesta es sí, y existen muchos diseños de jardines que pueden ayudar a este fin, hoy nos enfocaremos a lo que se conoce como jardines terapéuticos, de entre lo que podemos destacar dos tipos: los restaurativos y los de rehabilitación. Los primeros están enfocados en reducir el estrés y brindar un soporte emocional. Los segundos tienen como objetivo fomentar el desarrollo de habilidades físicas, cognitivas, sociales y psicológicas por medio de la interacción con plantas.
Lo más importante es que ambos pueden ser implementados en nuestras casas siguiendo unos simples consejos:
- Comienza por seleccionar plantas que inciten los sentidos. El secreto es usar una multiplicidad de aromas, colores, texturas, y especies cuyas hojas hagan sonidos placenteros cuando el viento las acaricie.
- Selecciona variedades propias de cada estación. Esto te permitirá conectarte con el ciclo de la naturaleza. De ser posible, complementa con una fuente, o cascada, esto agrega una sensación de bienestar y relajación.
- Aquellas plantas que ofrecen una textura interesante a la vista son un gran aporte para la experiencia sensorial del jardín.
- Asigna plantas aromáticas junto a los asientos, los caminos y cerca de las ventanas.
- El color es un estímulo visual que ayuda a crear puntos focales, acentos y definición en un jardín.
- Los tonos cálidos, como el rojo, el naranja y el amarillo, avivan las emociones y estimulan la actividad. Los tonos fríos, como el azul, el púrpura y el blanco, ayudan a calmar y dar tranquilidad.
- Busca plantas que emitan sonidos con el viento. También puedes incluir algunos accesorios, como móviles o campanillas.
- Asegúrate de crear un espacio sombreado. Para lograrlo, puedes usar una sombrilla, una cerca e incluso ciertas plantas. Así, obtendrás también un resguardo para los días ventosos.
- Incluye asientos cómodos para contemplar el jardín. Deberías escoger sillas o sillones que permitan apoyar la espalda y los brazos cómodamente.
- No te olvides del sentido del tacto. Escoge plantas que sean lo suficientemente resistentes como para tolerar ser tocadas frecuentemente. Algunas ideas son los geranios, la albahaca, las suculentas y la menta.